Tarta de queso sin ricotta horneada
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Cocina
europeo
Contenido calórico
257,7 kcal
Porciones
4 puertos.
Hora de cocinar
3 horas
Proteínas *
18,5 g
Grasas *
13,9 gr.
Carbohidratos *
23,3 gr.
Hacer este tipo de tarta de queso es bastante sencillo. Lo más largo y difícil es esperar hasta que se endurezca en el frigorífico. Ricotta le da la ternura característica y el sabor cremoso suave, y la base de galleta crujiente lo enfatiza aún más. Las fresas jugosas y brillantes son ideales para la decoración.
Ingredientes
Proceso de cocción
Rompe las galletas en trozos arbitrarios y colócalas en el tazón de la picadora. Convertimos las galletas en pequeñas migas. También puede simplemente rallar las galletas. Esta es una opción que consume más tiempo, pero puede ayudar si una licuadora se agota. Derretir la mantequilla en el microondas o en la estufa y mezclar con la miga resultante. Amasamos la masa y la ponemos en un molde en el que cocinaremos la tarta de queso. Apisonar la masa con el dorso de una cucharada y alisarla hasta obtener una superficie plana. No presione la miga con demasiada fuerza hacia el fondo, ya que después de endurecer la torta puede resultar demasiado densa y dura. Ponemos la forma con el bizcocho en el frigorífico durante media hora.
Para preparar la crema, coloque ricotta, crema agria y la mitad de la cantidad especificada de azúcar en un recipiente aparte. Batir todo junto con una batidora a alta velocidad. Es importante mezclar todos los ingredientes hasta que quede suave. En un recipiente aparte, bata la crema espesa con el azúcar restante hasta que se forme una espuma densa. Vierta la gelatina con agua, deje que se hinche un poco y revuelva hasta que se disuelva por completo, calentando al baño maría. Mezcle la crema batida con la masa de ricotta, amasando con una espátula con movimientos circulares y suaves. A continuación, vierte la gelatina disuelta en un chorro fino, sin dejar de amasar. Si hay alguna duda sobre la disolución completa de los gránulos gelatinosos, es mejor verterlos a través de un colador para que los gránulos no disueltos no entren en la crema.
¡Buen provecho!