Pilaf con frutos secos sin carne
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Cocina
Oriental
Contenido calórico
148 kcal
Porciones
6 puertos.
Hora de cocinar
90 minutos
Proteínas *
3,2 gr.
Grasas *
4,4 gr.
Carbohidratos *
33,9 g
A primera vista, pilaf sin carne no es pilaf en absoluto. ¡Sin embargo, no lo es! Si se acerca a la preparación con consideración y con imaginación, entonces puede obtener un plato abundante y rico en sabor que deleitará tanto la vista como el estómago. Este pilaf será un suntuoso regalo de ayuno y sin duda atraerá a los vegetarianos.
Ingredientes
Proceso de cocción
Un pilaf muy sabroso se obtiene a partir de un conjunto de productos tan modesto. El arroz debe enjuagarse bien en varias aguas para eliminar el exceso de almidón y asegurarse de que el pilaf se desmorone. Después del enjuague, se debe derramar agua a través del arroz claro. Coloque el cereal lavado en un bol y llénelo de agua. Deje el arroz en remojo durante una hora y media.
Lavamos el membrillo, lo secamos, lo limpiamos de semillas. Corta una pieza en rodajas. Los otros dos se cortan en cubos medianos. Poner todo el membrillo en un bol y llenarlo con agua caliente para cubrir por completo todos los trozos. Caliente el aceite vegetal en un caldero. Cuando esté caliente, sacamos las rodajas del agua y las metemos en el caldero. Precaución: ¡las rodajas húmedas "disparan" con fuerza! Fríe el membrillo hasta que se ruborice, luego retíralo del aceite y transfiérelo a un plato aparte.
Pelar las cebollas, lavarlas, secarlas y cortarlas en mitades finas. Ponemos la cebolla preparada en el caldero y la freímos hasta que esté dorada, sin olvidar remover para que no se queme. Pelar las zanahorias, lavarlas, secarlas y cortarlas en cubos finos. Vierta las zanahorias en el caldero a las cebollas, mezcle y continúe friendo durante varios minutos hasta que las zanahorias se ablanden un poco.
Vierta el agua de debajo del membrillo. En esta etapa, se necesitan aproximadamente dos litros de líquido, para que la mezcla se cueza y luego se cueza el arroz. Vierta más agua caliente si es necesario. Limpiamos las cabezas de ajo de la cáscara de la superficie, enjuagamos y colocamos en un caldero. Lleve la masa a ebullición y cocine durante treinta a cuarenta minutos a fuego lento. Vale la pena señalar que el caldo debe quedar bastante salado, ya que entonces el arroz absorberá parte de la sal.
¡Buen provecho!