La receta conquistará a los amantes del requesón y la amapola. Tal tarta de queso tiene mucho relleno y una base delgada de migas de arena: el sabor del postre es rico en cuajada y amapola, y las migas horneadas simplemente se derriten en la boca. Antes de servir, es importante dejar que la tarta de queso se enfríe por completo; esto asegurará, en primer lugar, el máximo desarrollo del sabor y, en segundo lugar, la estabilización de la base desmenuzable y el relleno delicado. El pastel enfriado se puede cortar fácilmente en trozos hermosos y uniformes, mientras que esté caliente o tibio, lo más probable es que no sea posible un corte hermoso y perfecto.