Las vitaminas y otras sustancias útiles de las grosellas se destruyen al cocinar mermelada, por lo que muchas amas de casa prefieren cosechar este postre útil crudo para el invierno, cortando la baya de cualquier manera. Las grosellas maduras son fáciles de moler en un colador, y las verdes necesitan una picadora de carne o una licuadora. El limón no solo le dará a la mermelada un aroma y acidez cítricos, sino que también será un conservante. Debido a la pectina natural, la mermelada resultante tendrá la consistencia de la mermelada, solo necesita guardar la pieza de trabajo en el refrigerador o simplemente congelarla, reduciendo la cantidad de azúcar.