Tomates secados al sol en una secadora eléctrica para el invierno.
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Cocina
ruso
Contenido calórico
21,2 kcal
Porciones
0,5 l.
Hora de cocinar
7 h.
Proteínas *
0,5 gr.
Grasas *
5,1 gr.
Carbohidratos *
1,7 gr.
Los tomates secados al sol son un plato de la cocina mediterránea que se ha vuelto muy popular en muchos países por su increíble sabor. Los tomates secados al sol se pueden comprar fácilmente en la tienda, sin embargo, los precios son pequeños. Esto se debe al hecho de que a partir de 2 kg. Los tomates frescos salen no más de 500 gramos de secado al sol. Además, para su conservación se utilizan hierbas provenzales de alta calidad y aceite de oliva sin refinar. Por lo tanto, si tiene su propia parcela personal, puede cocinar tomates secados al sol sin gastar demasiado en el producto principal y degustar este manjar.
Ingredientes
Proceso de cocción
Para la preparación de tomates secados al sol, se recomienda seleccionar variedades densas y carnosas de tomates pequeños. Lavamos los tomates con agua corriente fría, los ponemos sobre un paño de cocina y los dejamos durante 15-20 minutos para que se sequen del agua. Luego cortamos cada tomate por la mitad y le quitamos el corazón.
Instalamos las bandejas de la secadora eléctrica en la base, ajustamos la temperatura a 60-70 grados, cerramos la tapa y la encendemos. No olvide cambiar los niveles entre sí cada 1-1,5 horas, ya que el proceso de secado es más rápido en los niveles inferiores. Después de 5-6 horas, los tomates estarán lo suficientemente secos. Cuando presiona la pulpa, la humedad no debe salir de ellos.
Verter el aceite de oliva en una cacerola y poner a fuego lento. Necesitamos calentarlo, pero no hervirlo. Agregue al aceite los dientes de ajo pelados y cortados por la mitad. Una vez que el aceite se haya calentado bien, retire los dientes de ajo. Lavamos los frascos de tomate con bicarbonato de sodio, enjuagamos con agua limpia y esterilizamos de manera conveniente. Luego ponga algunas especias en el fondo de los frascos esterilizados y coloque los tomates bien apretados, llénelos con aceite tibio. Golpea el frasco sobre la superficie de trabajo varias veces para que todas las burbujas de aire salgan del frasco y séllelo herméticamente con una tapa hervida. Deja los tomates a temperatura ambiente hasta que el aceite se enfríe por completo. Luego los metemos en el frigorífico para guardarlos, donde los tomates se pueden guardar durante todo el invierno. Los tomates estarán listos para el consumo en 1,5-2 semanas. Estarán saturados de los aromas de hierbas provenzales y aceite de oliva y adquirirán la consistencia necesaria.